Escritos,historias y locuras.

domingo, 13 de noviembre de 2016

CAPÍTULO IV

:EL JARDÍN DE RACHMANINOV


El jardín de invierno en la mañana tenía una especie de encanto secreto.
Sobre la manta de seda amarilla,un lazo púrpura,y la visión de las orquídeas cuidadosamente alineadas en semicírculo,recibiendo el sol otoñal.
Reid se entretenía en clasificarlas,echando mano a sus conocimientos de botánica.Entre ellas descubrió,solitario,un cólchico o azafrán de montaña,curiosamente humilde,con sus flores de un liliáceo y triste azul.
La música venía del estudio contiguo,cuya puerta se abría al jardín.
El café estaba servido en la mesilla.
Dejó aparte lápiz y papel,.y tomó asiento junto a la seda amarilla,acariciándola suavemente con la punta de sus dedos.
Todo el día precedente había estado en aquella chaise longue,en brazos de su extraño huésped.
¿En dónde estaría ahora Abravanel?¿Durmiendo?Habría salido?
Al despertar,ebrio de fatiga,satisfecho,cansado,con sus nervios como adormecidos por el esfuerzo considerable que presuponen ocho espasmos larguísimos y sin interrupción alguna,no halló a su anfitrión-maestro-mentor-amante a su lado.
Sólo la música indicaba que,tal vez,estaba en la casa.
O tal vez no...
Sorbió lentamente el café,endulzado con miel de caña,y fue entonces,cuando las últimas gotas de dulzor bañaron su lengua,que recordó a Nikolai
¿Qué estaría haciendo Nikolai en ese momento?
Miró su reloj.Eran las nueve de la mañana en Bretaña.
Las cuatro de la mañana en Buenos Aires...
Encendió un cigarrillo,se reclinó en el sillón de mimbre,y se abandonó a los recuerdos.
(Anchorage,Alaska,invierno de 2007)
(-Estoy en una tierra helada.Y tengo tus ojos-el beso se aposentó sobre los párpados de Nikolai como un bálsamo-Tus ojos,cristal de luto...
Nikolai Sergéievitch Lutbimov aferró la cintura exquisitamente formada, y luego dejó caer su mano casi exánime hasta acariciar las estrechas caderas.
-Y los tuyos,almendra amarga.-dijo,con la respiración llena de ansia.
Un beso,y otro,y otro,y otro....
-Desde cuánto tiempo atrás me deseas?-preguntó Nikolai
-Desde que te miré esos ojos por vez primera..y...tú?
Lutbimov se separó un tanto de él y le sostuvo la mirada.
-Yo no te deseo.Yo te amo.
Mischka alzó su pierna izquierda,y rodeó con ella las caderas de Nikolai Sergéievitch.La musculatura se sentía fuerte,nervuda,apretada.Era como una escultura de bronce.No de frío mármol,sino que llevaba el sello de lo que está fundido en la carne.Era como una fuerza caliente con toda su belleza.
-Eres hermoso,tovaritch Nikolai-.dijo,con la voz ahogada por el deseo.
-Pequeño ,insolente tsigansky de ojos de topacio-respondió el hombre, estrechando aún más el abrazo.
Buscaba su boca en un paroxismo.El pecho le estallaba de ansia.Cayó hacia atrás,sobre el lecho,con Mischka entrelazándose en su cuerpo,sin piedad,sin reservas.
El "osado gitano",el "pequeño atrevido ",jugueteaba con la boca prendida a su garganta,le mordía suavemente las orejas,le buscaba el punto de no retorno.Hábil.Experto.Sádicamente encantador.")
Mischka recordaba con los ojos cerrados,aferrando su cigarrillo y llevándoselo a la boca como si aún le fuera dado saborear los besos.
Una mano se apoyó en su hombro,y lo trajo de vuelta,cuando su cuerpo,todavía presa del enervamiento,estaba empezando a entrar de nuevo en estado de eretismo.)
-Mis orquídeas enloquecen de celos ante tu belleza semidormida.
Mischka abrió los ojos,y sonrió.
-Yitzhák...-dijo-aferrando la mano que lo acariciaba-En dónde estaba usted?
-Por ahí-respondió Abravanel,sentándose a su lado-Los viejos necesitamos algún tiempo solos.
-Usted no es viejo.Un viejo no lleva a su amante a la vesania más de siete veces.
Abravanel rió,encogiéndose de hombros.
-Puras artimañas de...viejo-le revolvió el pelo,y le dio un breve beso en la boca-Yo solamente quiero que sepas que soy como el rey Marke:no tengo más remedio.No estoy aquí para separar a los amantes,sino para reunirlos.
-Reunirlos?-Mischka tembló,muy a pesar suyo-.Qué quiere usted decir con eso?
-Lo que oyes,criatura.-suspiró largamente-Ya te he dicho que estoy muriendo.Esta es mi última aventura,la más hermosa,la más osada,la más perfecta.Te he dicho,además,que supe lo tuyo con Nikolai Sergéievitch desde el primer momento...vamos!!Desde antes de que sucediera!!O por ventura creíste lo del embrollo en asuntos internos?
Mischka sonrió.En otro momento se hubiera ruborizado.Ahora era imposible,puesto que aquel hombre singular,extraño,desconocido,inclasificable,se había transformado en su amante.
-Hay algo que quisiera pedirte.En realidad,.dos cosas:cuando ello ocurra,quiero ser incinerado,y mis cenizas esparcidas en la Grand Bé.-Mischka asintió,con expresión grave-La otra es algo más difícil-prosiguió Abravanel-.Sabes que padezco de cirrosis hepática irreversible.Bien.La muerte por cirrosis es bastante desagradable:vientre hinchado,vómitos de sustancias nauseabundas,excrementicias....exposición desnuda de la miseria humana.No.Quiero pedirte que-fue hasta otra de las mesas que había en el jardín,y abrió una caja-hagas esto por mí.
Dicho esto,le mostró una pistola antigua de singular belleza.
-Yo..yo...-balbució Mikhail -no sé si...'pueda..nunca he...
-...Nunca has matado a nadie a sangre fría ,cierto?Pero piensa,criatura de oro,que será solamente un acto de inmensa piedad.Te pido que me hagas escuchar el tercer movimiento del concierto en do menor de Rachmaninov,en tanto cumples con uno de mis dos últimos deseos.
Quisiera-dijo,y su voz sonó casi quebrada-si no es mucho pedirte,que cierres mis ojos si aún están abiertos,y que hagas lo mismo con mi boca....si es posible..con un beso...
Suspiró profundamente.
-Te gusta?-empuñó la pistola-Es una Eibar 38 especial,española,tiene adornos de marfil...Hay dos iguales.Esta es la original.Ves?Tiene mis iniciales:Y-D.A.
Mischka preguntó,examinándola con curiosidad:
-Y la otra?
Abravanel sonrió con expresión casi burlona.
-Pronto lo sabrás.

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